lunes, 29 de septiembre de 2014

Halitosis: qué tipos existen, qué la causa y cómo acabar con ella


                                          

La halitosis afecta a un 40% de la población. Un problema de mal aliento que es, por ejemplo, uno de los grandes inhibidores físicos del apetito sexual. ¿Qué tipos existen y qué causa hay detrás? ¿Se le puede poner freno? Desde Eroski Consumer responden a estas cuestiones. Se denomina halitosis a cualquier olor desagradable de aire que se expele. 


Es habitual que esté relacionada con una mala higiene de la boca y, en el 80% de los casos, según la Guía Clínica de Halitosis de Atención Primaria de Salud, se ocasiona en la propia cavidad bucal. Está provocada por la descomposición de restos de alimentos, células, sangre y algunos componentes de la saliva que dan lugar a compuestos de azufre y otros gases. Aunque en principio no reviste gravedad, el mal aliento tiene implicaciones sociales importantes y puede devaluar la calidad de vida del afectado. No obstante, pocos son los que acuden al médico de familia para consultar sobre ello.


Tipos y qué la causan

Hay que tener en cuenta que existen factores que producen una disminución de la cantidad de saliva y, como consecuencia, favorecen la sequedad bucal y provocan halitosis, como roncar, fumar, sufrir estrés, hablar durante mucho rato y también tomar fármacos como los antidepresivos, los antihipertensivos y los antihistamínicos.


La halitosis, según se especifica en la misma guía clínica, se clasifica en:


Fisiológica, cuando es debida a una disminución de la secreción de saliva durante el descanso nocturno y responde bien a la higiene bucal.


Patológica. El origen que está en la cavidad bucal representa el 80%-90% de los casos: la enfermedad crónica periodontal y la gingivitis son las causas más frecuente, seguidas de la mala higiene bucal, reconstrucciones dentales, absceso dentario e infecciones víricas, bacterianas o fúngicas, entre otras.


Entre los motivos externos a la boca que pueden provocar un aliento desagradable están las enfermedades respiratorias y enfermedades otorrinolaringológicas (5%-8%), como sinusitis, pólipos nasales o bronquiectasias; enfermedades digestivas (2%); y otras (1%) como diabetes mellitus, insuficiencia renal y hepática.


Pseudopatológica. La persona percibe mal aliento, pero el resto no lo detecta. También se denomina halitofobia o halitosis psicosomática. Pautas imprescindibles para un aliento saludable.


Cómo acabar con el mal aliento


En la mayoría de los casos, la halitosis disminuye con un cambio de hábitos. Hay una serie de prácticas que, además de evitar el desarrollo del mal aliento, pueden acabar con él:

Mantener una correcta higiene dental (un cepillado durante tres minutos reales), sin olvidar la lengua para disminuir el acúmulo de bacterias, tres veces al día. También hay que utilizar la seda dental o los cepillos interproximales para eliminar de forma completa los restos alimenticios y la placa bacteriana depositados entre los dientes y bajo el borde de la encía, consiguiendo una higiene dental adecuada. De la misma manera, el uso de un colutorio ayuda a llegar a zonas difíciles de alcanzar con el cepillo.
Para prevenir la sequedad bucal es importante mantener una buena hidratación. Se recomienda beber mucha agua.
Reducir los intervalos entre las comidas y los alimentos como la cebolla, el ajo y especias de sabor intenso.
Seguir una alimentación sana y equilibrada, incrementando el aporte de alimentos naturales, y disminuir el consumo de tabaco, alcohol y café.
Visitar al dentista como mínimo una vez al año.

No hay comentarios:

Publicar un comentario