miércoles, 7 de octubre de 2015

Cuidado: puedes perder un diente por exceso de blanqueamiento


Cuidado: puedes perder un diente por exceso de blanqueamiento

el blanqueamiento SIEMPRE debe ser realizado por manos de un profesional para que la belleza no cueste la salud.


Las bandas blanqueadoras de dientes, los enjuagues bucales y pastas dentífricas que prometen dientes blancos como perlas no son absolutamente inocentes: usadas de manera incorrecta y en exceso pueden causar graves daños en los dientes que incluso pueden terminar con la pérdida de alguna pieza dental.


Esto enciende, sin duda, una alerta roja, porque no es cuestión de perder un diente por obsesionarse con el tono de blanco deseado.

Cada persona tiene un color natural, que es el que tenía alrededor de los ocho años, y si bien se puede modificar, hay que tener en cuenta que exagerar puede traer graves consecuencias. El blanqueamiento  está de moda y se aplica en exceso, pero bien usado permite mejorar la boca y estabilizar el color de los dientes.


El esmalte de los dientes se va oscureciendo por tomar mate, café o té, y esto no se elimina ni siquiera con un cepillado con una pasta abrasiva, porque hay pigmentos que quedan adheridos internamente al diente. El blanqueamiento profesional, en ese caso, vuelve al diente a su estado natural, sin hacer que quede con un blanco artificial.


La técnica de blanqueamiento en manos de un profesional permite dar ese primer paso y luego observar qué hay que hacer después, porque por ejemplo, si hay un diente que queda demasiado oscuro por esas amalgamas viejas que producen óxido de metal, hay que recurrir a una carilla o corona.

En cuanto al tono al que se quiere llegar, se recomienda una recuperación gradual, porque un cambio brusco se nota mucho e impacta también al mismo paciente, que no se va a sentir cómodo de golpe con los dientes tan blancos.


¿Hasta dónde llegar con un blanqueamiento, entonces? El límite lo pone el profesional,  que es quien sabe que el exceso de desgaste o de blanqueador puede matar un diente al filtrarse por los tubulos dentarios y afectar a la pulpa. Como todo exceso, es malo. El blanqueamiento tiene sus tiempos y tiene sus técnicas: hacerlo en casa todos los días es malo, ponerse las banditas todos los días es malo, usar el enjuague todos los días es malo. El proceso debe estar siempre supervisado por un profesional, que además recurre a radiografías y a la consulta clínica para controlar la salud de la boca, más allá de la estética”.

http://www.odontologos.mx/pacientes/noticias/noticias.php?id=1758

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