Si al pasar la punta de la lengua por la superficie dental se encuentra con zonas rugosas o pequeñas protuberancias, usted duerme con el enemigo .
El cálculo dental es resultado de un proceso de endurecimiento de los residuos de comida que no se manejan de la manera correcta.
La placa bacteriana que no es removida se acumula alrededor de los dientes y las encías formando la materia alba, una especie de harina blanca. Esta continúa endureciéndose hasta formar un cálculo de color blanco que con el tiempo, el tinto, el cigarrillo y la comida se oscurece hasta tomar un color negro.
Solamente el profesional puede remover los cálculos dentales porque están tan adheridos a la pieza o diente que se requieren instrumentos especiales para eliminarlos.
Existen dos tipos de cálculos, el supragingival -por encima de la encía- y el subgingival que se forma abajo de la encía. Este último como no se ve, es dificil de detectar por parte del paciente.
El resultado siempre es una especie de piedrita que casi hace parte del diente y se sigue endureciendo con el tiempo.
El problema está en que estos cálculos crean caries y enfermedad periodontal (inflamación de las encías). Incluso en casos críticos puede llegar a dañar el hueso y la pieza empieza a oscilar hasta caerse. Los abscesos finalizan en estiomelitis (una especie de cáncer del hueso).
Para ver el avance del cálculo, los odontólogos introducen unas pequeñas agujas -que no producen dolor- entre la encía y el diente. Así identifican qué piezas están afectadas.
Este procedimiento es muy sencillo, rápido y no es doloroso. Por el contrario, evita complicaciones mayores.
El aseo no es culpable.
Los cálculos dentales no siempre están relacionados con la mala higiene dental. Algunas veces, la saliva está muy cargada de calcio y los forma en la cara interior de los dientes, justamente en frente de las glándulas salivares. En este caso son de color blanco.
Muchas personas forman cálculos incluso en un mes; de ahí la importancia de visitar al odontólogo por lo menos una vez cada seis meses.
En un adulto joven con buena higiene oral y sin problemas ni complicaciones, el plazo puede alargarse a un año.
No lo olvide...
* Cepille los dientes de arriba hacia abajo en la parte anterior de los dientes (en el caso de los superiores), en forma de barrido, de tal manera que se haga un efectivo y completo proceso de higiene y no en forma circular, pues así sólo conseguirá pasar los residuos de un lado a otro.
* Pase el cepillo sobre las superficies de los molares en forma circular.
* Utilice la seda dental para llegar a los sitios donde no alcanzan las cerdas del cepillo.
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